Bueno, pues ya he vuelto. O mejor será decir que he vuelto a medias. Y es que entre el cambio de trabajo, de casa, la mudanza, mover muebles de un sitio a otro, instalarse, deshacer cajas, dar de baja el agua, el gas, el teléfono, la luz; dar de alta el gas, el agua, el teléfono y la luz de nuevo y todas esas mierdas que tienes que hacer cuando te mudas estoy liadísimo. Amén de limpiar, desmontar todo tipo de gilipolleces y darte cuenta de cuánta mierda tenías acumulada en casa por todos lados. Qué horror.
Sin embargo, la casa vieja ya está pulida y como nueva, más o menos tres veces más limpia de lo que nos la dejaron. La señora no ha visto la campana extractora más limpia ni el día que se la pusieron. Ahora queda ver si tiene a bien devolvernos la fianza o prefiere no, que todo puede ser. A la nueva casa, que empezaremos a llamar desde ya Gayerpalace en lugar de Gayerville -por lo bien y bonita que está, fundamentalmente- nos mudamos el sábado pasado, y hemos hecho todo en un tiempo récord. Desgraciadamente, y como no podía ser de otra manera, todavía nos quedan cajas por deshacer. Es ley de vida.
Por lo demás, el lunes tenía ganas de pegarme un tiro, porque ha sido una semana de cambios un poco radicales, y todas estas cosas son difíciles de asumir. Por un lado, tenemos el tema del cambio de trabajo, donde siempre me pasa lo mismo, que al final, tardas un poco en acostumbrarte y en sentirte cómodo, así que las relaciones con la mayoría de la gente suelen ser un poco raras al principio. De todos modos, parece que ya me estoy adaptando porque -quién lo iba a decir- ¡echo de menos a mis antiguos compañeros! Aquí la gente es muy maja y todo el mundo me trata muy bien. Además tengo un becario muy simpático y muy gracioso, así que estoy contentísimo.
Por lo demás, estoy agotado y deseando que se acabe esta semana. Lo primero, para ver si de una vez consigo colocar todo en casa en su sitio, y llegar a casa la semana que viene desde el trabajo y poder DESCANSAR y poder también NO HACER NADA. Que salir del curro y cargar muebles en una furgoneta, transportar cosas, limpiar en plan a lo bestia o colocar libros, cedés y poner lavadoras de ropa sucia como un loco, no es nada interesante ni gratificante. Pero también quiero estar por fin a gusto en mi casa, sin tener que dar patadas a las cajas o a las cosas que hay por medio para abrirme paso. De hecho, me gustaría encontrar de una vez algunas cosas que no hay forma, que están perdidas por ahí o que no veo por ningún lado, sepultadas en mitad de la vorágine de la mudanza…
Y sobre todo, tengo ganas de que llegue el fin de semana por un motivo muy concreto:
¡¡¡Hola Barcelona!!!
[Mood: A.F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.E.X.H.A.U.S.T.E.D.]
[My iPod says: Robyn – With every heartbeat]